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Por Rafael González Zamorano 04/2019

No tiene ni medio año que los nuevos gobiernos federal y estatal llevan al mando y parece que el caos se ha desatado en Veracruz, como si alguien hubiera tapado la entrada en el hormiguero y las hormigas estuvieran sin control.

La percepción gracias a los medios de comunicación es que no se puede ni salir a la puerta del hogar porque te van asaltar o a matar por lo insoportable de la situación, pero la realidad es que todo continua igual, las cifras oficiales parecen corroborar la tesis del incremento de la inseguridad abonando a la imagen de colapso institucional.

El problema de la violencia en Veracruz es estructural, no es culpable solamente el gobernador, tampoco el fiscal estatal, ni siquiera el Presidente. Sin embargo, si las instituciones estatales y federales siguen sin cumplir sus responsabilidades con los veracruzanos, estos políticos se sumarán a la lista de responsables de la caída del Estado mexicano. Veamos algunos datos que demuestran la terrible situación que presenta Veracruz.

Altos niveles de impunidad. Veracruz tiene 75.62 puntos según el Índice Global de Impunidad México de la UDLAP y se encuentra en el grupo de estados con muy alto grado de impunidad junto con el Edomex, Tamaulipas, Baja California, Coahuila, Quintana Roo y Guerrero.

Ministerio Público abandonado. En 2017 este estado redujo el número de ministerios públicos por cada cien mil habitantes de 3.6 que tenía en 2016 a 0.47.

Alternancias de élites políticas. En seis años el gobierno de Veracruz ha tenido tres titulares de tres partidos distintos. Eso tiene un impacto negativo en instituciones frágiles y politizadas como las de seguridad y justicia.

Conflicto político entre gobernador y fiscal. Son públicas las tensiones entre el gobernador Cuitláhuac García y el fiscal estatal Jorge Winckler. Este último es señalado por mantener un pacto de impunidad con el exgobernador Miguel Ángel Yunes y por el escándalo en el manejo del caso de corrupción del ex secretario de seguridad, Arturo Bermúdez.

Conflicto entre grupos criminales. Esta es la última variable explicativa del problema estructural en Veracruz. Si el gobierno mexicano no dejara los espacios de impunidad a la delincuencia organizada no tendríamos el drama que se vive en nuestro estado.

En conclusión es delicada la situación pero un trabajo tan complicado como esto requiere tiempo y mucho esfuerzo, sin lugar a duda lo que se vive nuestro estado es resultado de años de gobiernos corruptos que coexistían con la delincuencia con el único afán de mejorar sus bolsillos.

Por lo pronto el gobierno federal le apuesta una gran cantidad de créditos a la guardia nacional, ojala y eso sea el principio de la solución.

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